[4] Durante sus dos mandatos en el Parlamento regional concentró sus esfuerzos en la reforma del reglamento de la cámara y tendió puentes hacia la sociedad, mediante proyectos de colaboración con entidades regionales de reconocido prestigio.
Tras su llegada al Ayuntamiento trabajó para la reconversión del modelo socioeconómico del municipio con el objetivo de diversificar la economía local y dar más protagonismo al sector terciario ante el exceso de peso del primario.
[9] Durante la investigación el fiscal cambió la acusación contra Miguel Navarro de malversación, como estuvo acusado al principio del caso, a un delito de prevaricación.
[10] Así se le atribuyeron a Navarro facturas personales en restaurantes por un importe de 3742 euros y que estas habían sido cargadas a la empresa pública Limusa.
[11] Finalmente el fiscal consideró que, al ser la cuantía de las facturas por un importe inferior a 4000 euros, el delito había prescrito.