El hogar se conformó además con tres hermanos: Carlos, Mirta y Daniel Jesús Isa,[1] este último un reconocido periodista y analista político de fama internacional, fallecido a fines de 2011.
Interesado en los deportes, practicó en su juventud el básquetbol y luego continuó vinculado desde la dirigencia deportiva de Salta, llegando a desempeñarse como presidente del club Juventud Antoniana, uno de los clubes más populares del norte argentino, desde 1998 hasta el 2000.
[3][4] Fue elegido por primera vez como Concejal de la Ciudad de Salta para el mandato 1993 – 1995, y fue designado Presidente del Concejo Deliberante[5] y fue reelecto en el cargo para los mandatos 1995 – 1997,[5] 1997 – 1999, en este período ejerció también la vicepresidencia 1a del cuerpo, y 1999 - 2001, desempeñándose de nuevo como presidente del Concejo Deliberante.
[7] En 2003 fue elegido Intendente del municipio Capital, cargo en el que fue reelecto para los períodos 2007-2011 y 2011-2015.
Entre 1995 y 2007 se desempeñó como Consejero del Partido Justicialista de Salta.
Dos nuevos puentes sobre el río Arenales (que divide a la ciudad en norte y sur), autopistas de circunvalación y ampliación de las avenidas principales, cambiaron la fisonomía urbana.
Otras obras llevadas a cabo durante la gestión de Isa son: el Paseo de los Poetas, que incorporó al uso familiar, cultural y comercial un espacio antes ocupado por un canal a cielo abierto; la Plaza España con el anfiteatro Eduardo Falú, construida con escalinatas para cinco mil personas y espacios para actividades deportivas y culturales; la apertura del tránsito sobre 12 pasos a nivel, que impedían una comunicación vial ágil en el macrocentro; la construcción de cinco Centros Integradores Comunitarios que facilitan las actividades sociales e institucionales en los barrios más alejados; el nuevo Centro Cívico Municipal, edificio que nuclea a más del 80 por ciento de las oficinas del gobierno de la ciudad.
[16] Una parte importante de la obra pública (viviendas sociales, pavimentación) y los servicios (desmalezamiento) han sido adjudicados a cooperativas integradas por personas que no tenían trabajo.