“Retratista” por excelencia, ha perennizado a personajes emblemáticos de la cultura peruana e internacional.
Fundó el Colegio Elías Aguirre y durante 40 años se dedicó a la formación académica y artística en universidades de Lima, como la Nacional de Ingeniería o la Católica del Perú.
Algunas de sus obras las ha donado a diversas instituciones culturales y sociales.
En el 2015 la Escuela Nacional de Bellas Artes del Perú lo distinguió con la Medalla de Honor Daniel Hernández y en 2015 fue incorporado como miembro honorario al International Council for Monuments and Sites (ICOMOS)- Baca Rossi mostró desde el inicio de su carrera una línea ascendente que llegó a un nivel estético.
Su destreza técnica se deja ver también en el dominio de materiales diversos como en el mármol, granito, bronce, plata, aluminio, entre otros.
Les toca un espacio físico y estético en el que pocos escultores habían intervenido, el Perú no contaba con salas de exposiciones, no había estímulos para los artistas, ni críticos de arte.
En este contexto, dice Mihaela Radulescu, exdirectora del Museo de Arte de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, “Baca Rossi desarrolla una doble tendencia: una morfológica, monumentalista, dedicada a personajes ilustres del Perú y América Latina y otra, compositiva, en obras de pequeñas dimensiones, por lo general, a través de la cual crea implícitas historias que se anclan en la espiritualidad peruana, con valores perennes, La primera tendencia explora la línea figurativa, otorgando atención a los detalles fisionómicos.
La estilización de los volúmenes asegura una lectura psicológica a los personajes representados.
Los rostros, las posturas, los gestos, hacen que sus personajes parezcan sorprendidos en un momento en que dejan fluir hacia afuera su tensión lírica, su capacidad de simbolizarse a ellos mismos… La segunda tendencia, lo muestra siempre interesado en la figura humana, como realidad necesaria para su discurso sobre el mundo, está tentado por el componente morfológico.