El microscopio de contraste de fases permite observar células sin colorear y resulta especialmente útil para células vivas.
[1] La mayoría de los organismos vivos no pueden ser teñidos debido a que los colorantes utilizados pueden dañar su estructura celular hasta el punto de su muerte.
Las partes oscuras de la imagen corresponden a las porciones densas del espécimen; las partes claras de la imagen corresponden a porciones menos densas.
Por lo tanto estos microscopios se utilizan para observar células vivas, tejidos vivos y cortes semifinos no coloreados.
[cita requerida] Su inventor fue en 1932 el físico neerlandés Frits Zernike, lo que junto al método de contraste de fases le valió para ganar el Premio Nobel de Física en 1953.