La canción es el segundo sencillo del disco Sin mirar atrás y fue lanzada a finales de 2009.
Ha sido muy acogida por el público, ganando así algunos premios importantes.
[1] La canción posee una gran sensibilidad y está formada por texturas acústicas.
Todo esto convierte a la canción en la más intima y romántica del disco.
[3] Para la grabación del videoclip se buscó un lugar que tuviera las características necesarias para reflejar nostalgia y romanticismo a las imágenes.