[2] El cuerpo es deprimido, de forma oblonga-oval, subgelatinoso, con un amplio manto solapado, y con un pie alargado.
Para investigar el medio utilizan dos tentáculos situados en la cabeza, llamados rinoforos, que son retráctiles, y otros dos tentáculos, situados cerca de la boca, que les sirven para oler, detectar estímulos químicos y tocar.
Todos estos apéndices suelen ser del mismo color, y pueden ser blanco, amarillo, naranja, rojo, púrpura, azul o crema.
Las responsables de esos efectos son unas glándulas situadas en el perímetro del manto, que obtienen las sustancias causantes de las esponjas con las que se alimenta el animal.
[6] La larva deambula por la columna de agua hasta que encuentra una fuente de comida, normalmente esponjas, entonces se adhiere y evoluciona al animal adulto.