Esto es lo que viene a constituir la principal actividad de los filósofos, tanto en el pasado como en el presente.
Esto último da lugar a un género de metafilosofía que se conoce como metaepistemología.
Entre los tópicos más habituales de la metafilosofía se encuentran: a) las condiciones bajo las cuales una afirmación es de tipo filosófico, y b) las condiciones bajo las cuales una afirmación filosófica particular es significativa, verdadera, o queda garantizada.
La metaepistemología, por ejemplo, no persigue la naturaleza del conocimiento directamente, sino, más bien, las condiciones bajo las que ciertas afirmaciones son genuinamente epistemológicas y las condiciones bajo las que ese tipo de afirmaciones son significativas, verdaderas o fiables.
Las preguntas relativas al status modal se plantean si los juicios filosóficos son necesarios en lugar de ser contingentes.