Adrar (en tifinagh: ⴰⴷⵔⴰⵔ, significa literalmente montaña) es una meseta de una región natural e histórica, situada a unos 500 m s. n. m. en el desierto del Sáhara, comprendida dentro de los límites de la actual Adrar en Mauritania.
Adrar estuvo densamente poblada durante el Neolítico.
Entre ellos destacan varios crómlechs y la ciudad de Azougui, fechada en las postrimetrías del Neolítico.
La mayoría de su población se concentra en Atar.
Este territorio fue reclamado por España a fines del siglo XIX tras que exploradores españoles procedentes del Río de Oro firmaran tratados de protectorado con los jeques de la región, sin embargo como el reparto hecho en el Tratado de Berlín otorgaba prácticamente todo el Sáhara a Francia, ya en 1900, la zona del Adrar hoy mauritano estaba bajo el área de influencia francesa.