Merengue italiano

El merengue italiano o suspiro es un tipo de merengue que si bien tiene una receta relativamente complicada, es adecuado para cubrir y decorar tartas, ya que su principal característica es que queda bien duro y brillante, y no se vuelve a bajar o desmontar (comenzando a soltar líquido), a diferencia del tradicional, conocido como merengue francés.

Dada su consistencia y su característica de que no se baja, también se utiliza para tomarlo directamente, para cocerlo en el horno, para diversas recetas, como las milhojas, o para incorporarlo a una mezcla, como los macarons.

Los principales ingredientes son agua y azúcar para hacer el almíbar, que se añade a las claras de huevo a punto de nieve.

Si el almíbar está demasiado espeso, o líquido, el merengue no se montará bien.

Con las claras recién montadas a punto de nieve y el almíbar se va echando a las claras aún caliente, en forma de hilo, mientras se sigue batiendo el merengue con la batidora de varillas, hasta que el recipiente esté frío, o hayamos llegado a la textura deseada.

Haciendo el almíbar a 118 °C, para añadirlo en forma de hilo a las claras.