[2] De acuerdo con Eduardo Balmaceda Valdés, doña Mercedes, si bien no tenía un hermoso físico, había en su conjunto un trasunto de perfecta gran dama.
[3] Doña Mercedes mujer muy devota, quería preparar a su esposo para la muerte.
Por eso le propuso a su esposo leer en las tardes sobre la vida de los Santos, a lo que Barros Luco respondió "Mercedes, no hay que meterse en las vidas ajenas".
[4] Al morir Barros Luco, continuó con la labor caritativa que realizó junto a él.
Barros Luco donó 300 mil pesos para construir el Hospital que actualmente lleva su nombre, a lo que su esposa agregó 700 mil.