Durante la guerra civil española estuvo refugiada, con su familia, en San Sebastián.
Escribió algunas historias románticas durante su adolescencia, aunque su primera novela publicada -de la que no se retractó- fue Primera mañana, última mañana (1955),[4] que la escribió con el seudónimo de María Acín.
Así su obra La sinfonía de las moscas, escrita en 1958, no fue publicada por problemas con la censura hasta 1982.
[6] Trabajó como directora editorial de Plaza & Janés y como decoradora.
[7] En su obra se ve una preocupación constante por los problemas que afligían a la sociedad española en la época franquista aunque su estilo no coincide con la generación de los 50.