Fue becaria de creación literaria en la Residencia de Estudiantes de Madrid (2002-2004), donde coincidió con otros escritores —Sandra Santana, Mariano Peyrou y Andrés Barba—, así como con el compositor Miguel Álvarez-Fernández y la artista visual Beatriz Barral; y de Ledig House (Hudson, Nueva York); en la Academia de España en Roma; en el Civitella Ranieri Center (Italia), en la Fundación Valparaíso (España) y en la Fondazione Santa Maddalena (Italia).
Mercedes Cebrián comenzó escribiendo prosa, pero en la primera mitad de los años 2000 también se decantó por la poesía.
Después de la publicación de La nueva taxidermia, libro que reúne dos novelas cortas, Ricardo Senabre de El Cultural comentó: A Mercedes Cebrián la han asociado a la Generación Nocilla,[3] circunstancia con la que no está de acuerdo, aunque reconoce que con ella "hay puntos de intersección, como el interés por hablar del mundo contemporáneo".
[2] En 2017 la traductora y profesora Yolanda Morató acusó a Mercedes Cebrián y a la editorial Impedimenta del plagio de su traducción y edición de Me acuerdo, de Perec.
[4] También se negó a aceptar la mediación de la Asociación de Traductores, que se ofreció a elaborar un uniforme sobre el presunto plagio si ambas partes aceptaban su arbitraje.