Esto ha originado una trama compacta en cuadrícula, con manzanas estrechas y alargadas en la dirección de la rambla.
El proyecto consistente en un gran hangar que libera la parte central para las circulaciones, y concentra los espacios laterales para los puestos de venta.
La planta se organiza según el eje longitudinal en el que se disponen los accesos; constituyéndose el acceso oeste como la entrada principal, que queda enfatizada por el tratamiento exterior de la fachada, y por su inmediatez a los principales espacios cívicos de la ciudad.
La luz adquiere un papel fundamental en la creación de un ambiente en el que las condiciones sanitarias e higiénicas demandan grandes exigencias.
La fachada principal está rematada por el escudo republicano de Carlet utilizado durante la Segunda República Española.