El diseño corrió a cargo del arquitecto municipal Mariano Medarde y el ingeniero Buenaventura Junquera.
La organización interior es la clásica en este tipo de edificios, con cuatro entradas.
El cerramiento exterior está resuelto a base de muro perforado por amplios ventanales delimitados por molduras ornamentales, con clara inclinación hacia lo decorativo de los elementos eclécticos utilizados.
[1] A finales de los 1990 el edificio se renueva íntegramente y reabre en 2001.
[3] Al contrario que los otros mercados gijoneses, este sigue teniendo su función de plaza comercial, puesto que la Pescadería Municipal (1930) son oficinas municipales y el Mercado Jovellanos (1876) fue demolido.