El inmueble, diseñado por Antoni de Falguera y Joaquim Vilaseca, está considerado un Bien Cultural de Interés Local (BCIL) en el Inventario del Patrimonio Cultural Catalán.[2] Inicialmente se nombró al mercado como «mercado del porvenir» (en catalán, mercat del porvenir), siendo el primero del entonces municipio de Les Corts (actualmente anexionado a Barcelona como distrito de Les Corts) en toda su historia.El origen del término se debe a una taberna cercana con el mismo nombre que se hizo muy popular por vender vino a mejor precio que en la ciudad ya que se encontraba exento de pagar el fielato al situarse fuera de sus límites.Los encargados del proyecto fueron los arquitectos Antoni de Falguera y Joaquim Vilaseca.[8] El mercado, al situarse en una zona tan céntrica dispone de una buena accesibilidad.