Se ubica entre las calles Ravelo y Junín del centro histórico de la capital boliviana.
En él se estima que trabajan alrededor de ochocientos vendedores.
[1] El actual edificio fue proyectado por la arquitecta Mireya Lobatón,[2] y se asienta sobre los terrenos de un antiguo mercado («La Recoba»), que tenía paredes de adobe y arquitectura de estilo novo románico y mudéjar.
[3] Ya desde época virreinal se le daba uso como mercado.
Durante los tres años que duró la edificación, el Mercado funcionó en la calle Junín, desde la esquina con calle Urcullo hasta Jaime Mendoza, en las inmediaciones de El Reloj.