Fue construido como memorial nacional en tributo de los 66 000 canadienses muertos en la guerra y los 11 285 sin tumba conocida en Francia.
En los muros del memorial están inscritos los nombres de los soldados canadienses que fueron declarados como «desaparecido, presumiblemente muerto» en Francia.
El concurso estaba limitado a arquitectos, diseñadores, escultores y artistas canadienses.
Al principio había cierto debate en cuanto a dónde debería estar localizado este monumento.
Las esculturas fueron creadas por artistas canadienses, y testimonian e iluminan el sacrificio de todos los que sirvieron durante la guerra y, en particular, a los más de 66.000 hombres que perdieron sus vidas.
Los nombres de los 11.285 soldados canadienses que murieron en Francia, pero no tienen ninguna tumba conocida están esculpidos en el memorial (los nombres de aquellos que murieron en Flandes están en la Puerta Menin).
Los visitantes que se acercan al frente del monumento ven una de sus figuras centrales, "Luto de Canadá" (Canada Mourning): una mujer, cubierta con una capa y encapuchada, volviendo su cara al este, hacia el nuevo día.
Esta figura apenada representa a Canadá, una nación joven que se aflige por sus hijos caídos.
Estas fueron reproducidas posteriormente en un yeso más duradero, y las copias de yeso fueron enviadas a Francia, donde los tallistas de piedra franceses los reprodujeron otra vez en piedra, doblando su tamaño.
[11] Una de estas fotografías representaba al invitado más célebre del memorial: Adolf Hitler.