Fue descubierto por el naturalista y científico alemán Juan Cristóbal Gundlach en 1844.
Se dio a conocer por primera vez en el libro "Las Aves de Cuba", escrito por el naturalista y profesor gallego Juan Lembeye en 1850.
Es más probable confundirlo con una abeja que con un pájaro, debido a su pequeño tamaño.
Durante el apareamiento agita las alas hasta 200 veces por segundo.
Su alimentación se basa fundamentalmente en néctar e insectos.