Al terminar la Década Infame, en 1944, su «honradez insospechada e insobornable» le hizo abandonar la política.
Pasó su infancia en la estancia paterna, Los Algarrobos, evocada por copleros, situada a orillas del río Tercero.
Su conducción tiene relieves extraordinarios por la eficacia con que supo impulsar los procesos agrícola-ganaderos de la zona, así como por su alto espíritu social, distinguiéndose por su protección dispensada a los labriegos de aquellos parajes, cuyos intereses tuteló con mucho celo.
Estas realizaciones que desarrolló, traducían un viejo ideal ya pregonado muchas veces por gobernantes, estadistas y legisladores, pero que no pasaron de la proyección del intento, la sugerencia y el consejo.
Se trataba de un modelo similar a otros ya implantados en Australia, Europa y Estados Unidos.
Son memorables algunos de los inolvidables debates en los que Melitón Pedraza, rebatió con muy sólidos argumentos, empresas imprudentes que pretendían emboscar a la Comuna, de allí su ganada fama de juicioso pensador, tales, por ejemplo, el tristemente palacio municipal, el fantasioso proyecto del matadero, que se llevó a cabo con lamentables consecuencias y tantos otros, detrás de los cuales se pretendían movilizar grandes negociados para el usufructo de la clase política a los que él se opuso drásticamente, quien siempre se mantuvo totalmente alejado de todos esos ilícitos, al punto que sus propios colegas del Consejo Deliberante, eludían su intervención, pues sabían de antemano que no podrían contar con él, para nada incorrecto o al margen de la moral, habiendo arrojado mucha luz para solucionar los problemas que diariamente se debatían en el Foro, teniendo que admitir sin vacilaciones que su palabra clara, sincera y persuasiva evitó muchos errores, llamando la atención sobre hechos que podrían haber llevado a la bancarrota a los intereses de la Comuna.
La obra realizada en la Sociedad Rural, debido a su capacidad, honestidad y tacto fue muy eficaz, logrando en muy pocos años afincar sólidamente el nivel de tal organismo que hoy goza de merecido crédito en las fuerzas vivas del agro nacional.