Melchora Figueroa

La semblanza publicada en esa oportunidad recuerda que «Hasta 1904, año de su fallecimiento, no hubo gestión, mejora, ayuda, tramitación que no llevara la firma o contara con el apoyo pecuniario de doña Melchora.

Todo cuanto existe de importancia en nuestra ciudad fue realizado por su apoyo y desprendimiento: terrenos para el ferrocarril, caminos vecinales, plaza, calles, cementerio… Fueron numerosas sus contribuciones para escuelas, biblioteca y el "Lazareto del Cólera" que sirvió para aislar a los enfermos del terrible flagelo.

La colonia agrícola que conoció Sarmiento en 1886, cuyos "huertos de verduras se cultivan con esmero", estaba en sus tierras.

Indiscutiblemente fue la fundadora de Rosario de la Frontera, pero asumió otros roles con responsabilidad: fue esposa y madre ejemplar, la mejor testigo, juez, vecina respetuosa y fiel cumplidora de cuantas disposiciones y ordenanzas reglan la vida en comunidad.

En conclusión: un paradigma»[2]​ Confusamente se repite a menudo (replicando una información errónea) que la fundación de la ciudad y la donación que le diera origen se remonta a 1776.

Rosario de la Frontera, Salta.