Nacido en El Estrecho de Fuente Álamo (Murcia), ingresó a los veintiún años como soldado en el Regimiento de Vizcaya, en el que ascendió a cabo en 1923.
El día 18 la situación llegó a ser insostenible, pues la mayor parte de los hombres que quedaban estaban heridos y todos ellos atormentados por la sed.
En estas circunstancias, el Cabo Amate, herido en una muñeca y que a todos daba ejemplo por su levantado espíritu y especial atención por los heridos, se ofreció al oficial para intentar hacer la aguada en el Wad Lau, a un kilómetro de la posición, oferta que no fue aceptada en un principio, pero autorizado más tarde salió de la posición acompañado de otro soldado (muerto después en cautiverio), en dirección al río, llevando las cantimploras del blocao.
[2][5] Durante cerca de dos años permaneció en cautiverio, padeciendo grandes sufrimientos debido a los castigos a que fue sometido por no querer humillarse ante sus guardianes, palizas que dejaron como prueba en su cuerpo numerosas cicatrices y llagas.
Al año siguiente ingresó en el Cuerpo de la Guardia Civil, solicitando la baja dos años después para pasar a la Maestranza de la Armada en una plaza ganada por oposición, manteniéndose en este puesto hasta su jubilación en 1965.