El busto de Medusa es una obra escultórica realizada en mármol inspirada en el homónimo personaje mitológico.
Con cada probabilidad, el busto ha sido introducido por la familia del donante del cardenal Alessandro Bichi (1596-1657), que gozaba de la protección del Papa Urbano VIII y, sucesivamente, del Papa Alejandro VII.. Contrariamente a las tradicionales representaciones de Medusa, que normalmente muestran sólo la máscara o, como mucho, la cabeza cortada del monstruo (como en el Perseo de Benvenuto Cellini), en este caso la elección de Bernini recae sobre su busto.
Además, la joven mujer tiene un rostro de una belleza perfecta, que no es aterrador ni está deformado por el miedo, encontrando en cambio puntos de contacto con la Medusa Rondanini.
No obstante, esta última es una belleza carente de emociones, considerada peligrosa, mientras que la Medusa de Bernini expresa sufrimiento.
El mismo experto ve en la escultura un "terrible doble sentido" (en inglés, an awful pun), en cuanto que de la petrificación que el monstruo infligía a las personas, es víctima la propia Medusa.