[1][2] Como veterano, Evers fue enterrado con honores militares en el cementerio nacional de Arlington.
Su muerte y el resultado de los dos primeros juicios contra su asesino inspiraron intensas protestas, numerosas manifestaciones por los derechos civiles así como obras de arte, música y cine.
Finalmente, De La Beckwith fue condenado en un tercer juicio celebrado en 1994 con nuevas pruebas.
Su viuda, Myrlie Evers-Williams, se convirtió por derecho propio en una activista destacada que llegó a ejercer la presidencia nacional de la NAACP.
Su hermano Charles Evers fue el primer alcalde afroamericano elegido en Misisipi en la era post-reconstrucción cuando ganó las elecciones locales en 1969 en Fayette.