Durante la guerra de independencia de México, Nicolás Bravo fue magnánimo con el enemigo, se cuenta de él un episodio que lo destaca como un hombre de gran moral y valor: En San Agustín Del Palmar se entera de que el ejército realista bajo las órdenes de Félix María Calleja del Rey logró capturar a su padre, don Leonardo Bravo y que a cambio de liberarlo, el virrey Francisco Javier Venegas le exigía abandonar la lucha y al ejército insurgente; en caso contrario, se ejecutaría al prisionero.
José María Morelos, su superior, dispuso al saber del destino fatal de don Leonardo Bravo que, en represalia, fueran ejecutados los prisioneros; pero Bravo, dando ejemplo de entereza y buena voluntad, proclamando la frase "Quedáis en libertad", puso en completa libertad a los prisioneros, no sin antes hacerles saber sobre la suerte corrida por su padre a manos del virrey; muchos de los prisioneros, por decisión propia, se unieron a sus fuerzas, reconociendo su generosidad y grandeza de alma.
Perdonó en el lugar a 300 españoles realistas prisioneros en 1812, razón por la que su nombre se añadió al municipio.
Los ecosistemas que coexisten en el municipio son el de bosque perennifolio con encinos y donde se desarrolla una fauna compuesta por poblaciones de armadillos, ardillas, conejos, tlacuaches, comadrejas, zorrillos, aves y reptiles.
Actualmente el festejo del mango se lleva a cabo con un desfile donde participan algunas escuelas de la localidad, con la participación de carros alegóricos y la coronación de la reina y princesa del mismo, cerrándose la carretera principal mientras dura el breve recorrido por las localidades.