Maxime Laubeuf fue un ingeniero naval francés de finales del siglo XIX.
Dos años más tarde, dejó la armada para seguir construyendo submarinos en la industria privada.
Laubeuf llegó a la determinación que para navegar eficazmente en superficie e inmersión su submarino se necesitaban dos sistemas diferentes de propulsión; la mayoría de los diseñadores hasta ese momento había intentado encontrar un sistema único para ambos, con diferente fortuna.
La alta velocidad en superficie exigida hizo necesario aplicar el sistema de máquina vapor, mientras se utilizaría un motor eléctrico bajo el agua.
Laubeuf también abordó el problema de estabilidad que aquejaba a los diseños submarinos.