Desde los diez hasta los dieciocho años fue miembro del Movimiento Juvenil Sionista.
Primero lo hizo para la prensa obrera (Arbeiterstimme en Dresde, Arbeiter-Illustrierte-Zeitung o Die Rote Fahne en Berlín), poesías, pequeños relatos y comentarios.
Ese mismo año también entró en la Bund proletarisch-revolutionärer Schriftsteller, en la que permaneció hasta 1933.
En 1932 encontró trabajo en Dresde, en la empresa Wohlwert (Woolworth Deutschland), a los seis meses fue despedido de nuevo por movilizar a la Zentralverband der Angestellten en favor de las vendedoras.
En 1935 se fue a Praga, donde trabajó en distintos periódicos como Deutschen Volkszeitung o Volksillustrierten.
Debido a los Acuerdos de Múnich tuvo que buscar un nuevo asilo, así que en 1939 se fue a Inglaterra, donde residió primero en Oxford y luego en Londres.
El gobierno británico decidió en 1940 internar a todos los emigrantes alemanes varones al considerarlos «enemigos extranjeros», así que Zimmering se vio obligado a realizar una «vuelta al mundo involuntaria», como luego explicaría en un libro que llevaba ese nombre, Unfreiwillige Weltreise.