Nació en Montreal en una familia de cuatro hermanos, a los 13 años debió dejar la escuela para trabajar como secretaria en una compañía telefónica y poder mantenerlos.
Estudió voz con Bernard Diamant y en 1953 ofreció su primer recital en la YWCA acompañada por el pianista John Newmark marcando el inicio de una larga colaboración.
Walter buscaba un reemplazo ante la desaparición de la gran contralto británica Kathleen Ferrier (1912-1953) encontrándolo en Forrester, cuya perfecta dicción alemana y timbre oscuro se adaptaban perfectamente a la música vocal de Brahms y Mahler.
En ese papel debutó en el Teatro Colón de Buenos Aires en 1968 dirigidos por Karl Richter.
Trabajó con, entre otros directores, John Barbirolli, Thomas Beecham, Eugene Ormandy, Herbert von Karajan, Fritz Reiner, Malcolm Sargent, Leonard Bernstein, George Szell, Josef Krips, James Levine y Seiji Ozawa.