Matvéi Skóbelev

[5]​ Skóbelev era por entonces el colaborador predilecto de Trotski y trabajaba como secretario del periódico, junto con otros socialistas que más tarde se destacaron durante el periodo revolucionario o soviético somo Moiséi Uritski o David Riazánov.[3]​[7]​ Influido pronto por el presidente de la fracción socialdemócrata de las Cortes, el menchevique Nikolái Chjeidze, le respaldó en la disputa entre este y los dirigentes bolcheviques en el exilio (Lenin, Grigori Zinóviev y Lev Kámenev) que en 1912–1913 trataban de escindir la fracción y crear una exclusivamente bolchevique.[8]​ Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, tanto Skóbelev como Chjeidze apoyaron la participación rusa,[9]​ sin dejar por ello de criticar la política interior del Gobierno zarista y de su gestión del conflicto.[17]​ Suya fue la propuesta, adoptada por el comité ejecutivo, de que la guarnición de la capital no obedeciese la órdenes gubernamentales que no hubiesen obtenido antes la aprobación del sóviet, una vez que se conoció el intento del general Lavr Kornílov de desplegar unidades en auxilio del Gobierno.[19]​ Al final la crisis, defendió el respaldo del sóviet al «préstamo por la libertad» que el Gobierno requería para cubrir sus gastos bélicos, debido a que confiaba en que el sóviet controlaba ya al gabinete.[22]​ En julio, cuando Tsereteli abandonó el gabinete tras una nueva crisis de Gobierno, Skóbelev permaneció como ministro.[38]​ Solicitó a los sindicatos que dejasen en manos del Gobierno las nuevas medidas de regulación laboral y que, aunque participasen en los nuevos organismos creados con este fin, se mantuviesen en minoría.[40]​ La participación cada vez mayor del ministerio en los conflictos laborales, su insistencia en que sus arbitrajes fuesen inapelables y en la necesidad de concesiones obreras dieron la impresión al proletariado de que los mencheviques, que dirigían el ministerio y contaban a menudo con amplia experiencia en asuntos laborales, habían abandonado la defensa de sus intereses.[40]​ Su ministerio medió en los conflictos que parecían amenazar la producción militar o la economía en general; si bien al principio eran a menudo los propios trabajadores los que solicitaban la intercesión del ministerio, esto fue cambiando a lo largo del verano.[49]​ Sus esfuerzos por impedir los aumentos salariales con el fin de no reducir aún más las reservas financieras del Estado y no desencadenar reivindicaciones en otros sectores fueron mal recibidos por los trabajadores.[51]​ Emitidas en un momento en la que los trabajadores deseaban ampliar las actividades de los comités fabriles, hicieron que aquellos se alejasen aún más de las posiciones defendidas por los socialistas moderados.Para entonces, los Aliados —empeñados en continuar la guerra hasta la victoria y no en negociar la paz— ya habían rechazado tanto la propuesta de paz presentada por el VTSIK como a Skóbelev como representante ruso a la conferencia.Una vez instaurada la Nueva Política Económica que liberalizó parcialmente la economía soviética, se reconcilió con el régimen e ingresó en partido bolchevique en 1922,[1]​ a pesar de la oposición de Trotski.[54]​ En 1925 volvió a la URSS, donde trabajó en el sistema de comercio exterior.
Presidencia del Primer Congreso Soviético en junio de 1917. De izquierda a derecha: Skóbelev, Nikolái Chjeidze , Gueorgui Plejánov e Irakli Tsereteli .