Mateo Bravo

Su debut en el futbol profesional fue con el Pachuca en 1971, donde el ex-técnico del Monterrey, el argentino Enrique Álvarez Vega, le dio la oportunidad en Primera División.

Con los Tuzos descendió en 1973-74 y a la siguiente campaña fue adquirido por los Tigres, quienes debutarían en el máximo circuito esa temporada 74-75 precisamente.

En la Liga debutó en la jornada 4, luego de que Brizuela se dislocó el dedo meñique en San Luis Potosí, donde el Potosino vapuleó 4-1 a los auriazules.

El gran favorito eran los celestes de Nacho Trelles, pero Tigres tenía un gran equipo conocido como "Los Monstruos Sagrados" comandados por el peruano Claudio Lostanau y jugadores como Reyes, Boy, Batocletti, Barbadillo, Gómez Junco, Azuara, Alacrán Jiménez y en la banca un Mateo Bravo, quien otra vez iba a tener participación en una final de Liga como dos años antes; ya que, gracias a las grandes habilidades de Pilar Reyes, el técnico Lostanau tuvo que habilitarlo como delantero y en su lugar poner en la portería a Raúl Ruiz, pero no podía dejarlo ahí y decide meter al gran "San Mateo".

Las actuaciones del portero mexicano en la final asombraron una vez más al Estadio Azteca, que tenía la revancha de ahora sí coronarse pero contra los Potros de Hierro del Atlante, con su grandes lances en tiempo regular, atajadas al mismísimo Cabinho y su valentía para defender su arco, le valieron para irse hasta los penales y ahí atajar dos (a Sergio Lira y Eduardo Moses), el único penal recibido fue por el también arquero Ricardo Antonio La Volpe.