No quedó resistro de ninguna descripción de búhos entre mediados del siglo XVII y finales del XVIII.
Los búhos de las Mascareñas, pertenecientes al género Mascarenotus probablemente proceden de un linaje distinto, cercano al género Ninox y que por evolución convergente llegaron a parecer búhos con orejas como los autilos o los búhos del género Asio.
Por ello no se vio muy afectado, como otras especies de aves locales, por la introducción de depredadores como las ratas, los gatos o macacos cangrejeros.
Los últimos testimonios de observaciones se refieren a encuentros en 1837.
En 1859 el naturalista George Clark escribió que el búho estaba extinto.