[1][2][3] Sus padres disponían de un estudio fotográfico y estaban especializados en el retrato.
[1] Aunque al finalizar sus estudios trabaja en diversos medios editoriales y de publicidad, decidió en 1968 convertirse en fotógrafo independiente.
En 1971 publicó su primer libro fotográfico con el título de "Homo Ludens".
[3] Su trabajo creativo tuvo como objeto central su esposa Yoko a la que estuvo realizando retratos y desnudos durante más de diez años.
Tras su divorcio ese mismo año, su obra se dirigió hacia el paisaje y los amaneceres de la isla de Hokkaidō en la que se refugió, dedicando especial atención a los cuervos como un símbolo del dolor de la separación.