Rintfleisch, al que las fuentes se refieren como un caballero venido a menos o un carnicero (el término Rindfleisch equivale a “carne de vacuno” en alemán moderno), aseguró haber recibido un mandato divino para vengar la blasfemia y exterminar a los judíos.
Tras esto, su grupo fue de pueblo en pueblo matando a todos los judíos que caían en sus manos, destruyendo las comunidades hebreas de Rothenburg ob der Tauber, Würzburg, Nördlingen y Bamberg.
En Núremberg, los judíos buscaron refugio en la fortaleza y fueron ayudados por sus conciudadanos cristianos, pero Rintfleisch superó la oposición de los defensores y masacró a los judíos el 1 de agosto.
La ola antisemita se propagó desde Franconia hacia Baviera y Austria.
El rey Alberto I, tras imponerse a Adolfo y acceder al trono, hizo arrestar y ahorcar a Rintfleisch.