Se casaron en 1957, dos años después de que ambos abrieran la primera tienda "Bazaar" introduciendo la era “mod” y el “Chelsea Look”.
Promovió un nuevo arquetipo de mujer muy joven y delgada, encarnado a la perfección por la modelo Twiggy.
[4] Puso de moda la minifalda (cuya paternidad se la disputan Quant y el modisto francés Courrèges)[4] que alcanzó los 34 cm en 1965.
El esmalte azul y el delineador de ojos plateado pasaron a ser los productos más buscados de la diseñadora que había declarado la muerte del buen gusto y había dicho que la vida estaba en "lo vulgar".
Sus diseños pegaron fuerte en los últimos años 60, y representaron fielmente la moda británica del "swinging London".
Su gran frustración, ha dicho, es no haber visto a la ex primera ministra Margaret Thatcher luciendo una de sus creaciones.