Mary Johnson debutó en los años 1910 en la compañía de la directora teatral Karin Swanström, y en 1914, junto a su marido Karl Gerhard, trabajó para el director Hjalmar Selander y en el Nya teatern de Gotemburgo.
Junto a Gösta Ekman interpretó en gira la obra de Karl Gerhard Hennes lilla majestät.
En sus comienzos en el cine, en 1916 trabajó en Kärleken segrar, con producción de la compañía Victor Hasselblad AB, en Gotemburgo.
En 1924 viajó a Alemania, y actuó junto al noruego Einar Rød en el film Die Stimme des Herzens.
En los siguientes años actuó en trece películas alemanas, la última de las cuales fue Eine Frau muss man alles verzeih'n (1931).