Su primera obra, ¿Dónde están los niños?, ha sido reimpresa hasta en setenta y cinco ocasiones.
Después de un largo período trabajando como secretaria y editora, trabajó durante un año como auxiliar de vuelo en Pan-American Airlines; poco después, abandonó su empleo para casarse y formar una familia.
[11] Comenzó a llevar un diario cuando tenía siete años; en su primera inscripción, escribió «Hoy no pasó nada interesante».
[15] Cuando Higgins cumplió diez años, sin embargo, la familia comenzó a tener problemas financieros, ya que muchos de sus clientes no podían pagar sus deudas.
La familia pasó su peor época en 1939, cuando Mary regresó a su casa después de misa para descubrir que su padre había muerto mientras dormía.
En sus días libres, Higgins salía a recorrer tiendas, y elegía mentalmente las prendas que usaría cuando fuese una escritora famosa.
Seis meses después de su alistamiento, contrajo meningitis espinal y murió.
[26] Pronto comenzó a tomar clases nocturnas para aprender más sobre publicidad y promoción.
[29] Su supervisor en Remington-Rand organizó una cena de despedida para ella, y Higgins invitó a su vecino, Warren Clark, por quien había sentido admiración durante muchos años, para que fuera su compañero durante la celebración.
Los integrantes del taller, el cual persistió durante casi cuarenta años, se reunían una vez por semana, y en cada encuentro dos de ellos tenían veinte minutos cada uno para presentar su último trabajo.
[37] A pesar de que su profesor elogió mucho su historia, Clark, al principio, no lograba conseguir un editor.
Finalmente, en 1956, después de seis años y cuarenta rechazos, Extension Magazine aceptó comprar la historia por cien dólares.
[40] En 1959, Warren Clark fue diagnosticado con angina de pecho severa, y, aunque hizo caso a las órdenes del médico y redujo sus actividades, sufrió tres ataques cardíacos durante los siguientes cinco años; en cada ocasión, regresaba del hospital en un estado peor.
[42] A pesar de la seguridad ofrecida por su nuevo trabajo, el dinero era poco al comienzo, dado que tenía que mantener por sí sola a cinco niños de entre cinco y trece años.
[44] Dado que era imposible hallar un editor para publicar sus cuentos, la representante de Clark le sugirió escribir una novela.
[46] Para asegurar la estabilidad financiera de sus hijos, Clark estaba decidida a brindarles una buena educación.
Con el objetivo de dar un buen ejemplo, ingresó en la Universidad Fordham, en Lincoln Center, en 1971, y se graduó cum laude en 1979, con un título en filosofía.
Para reunir los cinco mil dólares que necesitaría para empezar el negocio, Clark se vio obligada a empeñar su anillo de compromiso, y, durante los ocho meses en que la compañía tardó en ser rentable, no recibió un salario, debilitando así la economía familiar.
Mientras estaba escribiendo la novela, su hermano menor, Johnny, murió, dejándola como la única sobreviviente de la familia.
Para aliviar el dolor, Clark se dedicó totalmente a la escritura, y pronto terminó su libro.
[49] Poco tiempo después, Simon & Schuster aceptó comprar la novela, titulada ¿Dónde están los niños?, por la modesta suma de tres mil dólares.
Por primera vez en muchos años, no tenía más preocupaciones financieras a corto plazo.
[43] En 1981, Clark estuvo en Washington D. C. el día en que le dispararon al presidente Ronald Reagan.
[43] Años después, su hija Patty le presentó a John J. Conheeney, presidente retirado de Merrill Lynch Futures, con quien se casó en 1996.
A pesar de que en el momento no creyó en la predicción, la semana siguiente su novela alcanzó la lista de los libros más vendidos y poco después Clark vendió los derechos para la película, lo que impulsó verdaderamente su carrera.
Recibió dieciocho doctorados honorarios, incluyendo uno de su alma mater, la Universidad Fordham.
[5][58] El anuncio de que se daría un premio en su honor se llevó a cabo en la quincuagésima quinta entrega anual de los premios Edgar Allan Poe, en donde Clark fue presentada como una «gran maestra del suspense».