Maruja Vieira

Su hija, Ana Mercedes, la describe: "Como un arco que se tiende desde las primeras décadas del siglo XX hasta este siglo XXI, los 100 años de Maruja Vieira resumen la gesta por la educación, la participación, el trabajo y la literatura escrita por mujeres”.

[5]​ La poesía de Maruja Vieira ha sido traducida al inglés, francés, portugués, alemán, griego, húngaro y gallego.

Maruja quedó muy joven viuda del también poeta José María Vivas Balcázar, fallecido en 1960.

A Maruja le sobrevive su hija Ana Mercedes Vivas Vieira, quien además de comunicadora social con magíster en estrategia y políticas, es por mérito propio una reconocida poetisa, con varios libros publicados y un CD de canciones del que es cantautora.

Trabaja en la Texas Petroleum Company, donde llega a ser Asistente del Departamento de Tierras.

Allí su vocación literaria es rebautizada, cuando el maestro le sugiere firmar como Maruja Vieira.

1950: Viaja a Venezuela, contratada para trabajar en la Radiodifusora Nacional, donde realiza programas informativos sobre la cultura colombiana.

También publica en Medellín Poesía en las ediciones de Jorge Montoya Toro, ilustrado por Ramón Vásquez.

Trabaja de nuevo con Jack Glottmann y organiza los “Conciertos Glottmann”, con la Orquesta Sinfónica de Colombia dirigida por Olav Roots y con entrada libre, en el Teatro Colombia (hoy Jorge Eliécer Gaitán).

Desde allí, envía a El Espectador crónicas sobre sus experiencias, que son utilizadas para la naciente televisión colombiana.

Esta entidad editará al año siguiente Ciudad Remanso, el único libro en prosa de la autora.

Establece en La Voz del Río Cauca el programa Mundo Cultural, que perdura por más de veinte años.

2005: El gobierno de Chile la condecora con la Orden Gabriela Mistral, en el grado máximo, por su trayectoria literaria y su tarea como docente.

“Poeta y educadora, como Gabriela”, según expresó el presidente Ricardo Lagos a la escritora, durante la imposición de la condecoración en Cartagena.