Los principales manufactureros fueron los Adam Khel de la tribu Afridi, que vivieron alrededor del Paso Jaiber.
Era un fusil monotiro de retrocarga y cerrojo levadizo, con un mecanismo simple que se activaba bajando una palanca situada detrás del guardamonte.
El ánima del cañón tenía siete estrías y la bala salía con una velocidad inicial de 380 m/s (1250 pies por segundo).
El fusil Martini-Henry Mark 2, empleado en la guerra anglo-zulú, tenía el alza ajustada hasta 1646 m (1200 yardas).
El Enfield-Martini, un modelo calibre 10,2 mm (0.402 pulgadas) que incorporaba pequeñas mejoras tales como un seguro, fue gradualmente introducido para reemplazar al Martini-Henry desde 1884 en adelante.
Durante la batalla, 139 soldados británicos se defendieron con éxito ante varios miles de guerreros zulúes.
[6] Durante la Primera Guerra Mundial, los fusiles Martini-Henry Mark 4 fueron empleados con balas spitzer incendiarias para tratar de derribar los dirigibles alemanes que bombardeaban Londres.
El cartucho con carga propulsora de 415 granos Martini Carbine introducido en 1878 tenía un mejor desempeño a larga distancia, producía menos retroceso al ser disparado desde fusiles frente a la carga reducida de solo 75 granos de pólvora negra gruesa Curtis and Harvey No.6, pero se halló que aunque el fusil con su bala de 485 granos hacía blanco a 91,44 m (100 yardas), al disparar cartuchos con carga propulsora para carabina en fusiles la bala impactaba 30,48 cm (12 pulgadas) más arriba a la misma distancia.
Durante la mayoría de las batallas clave, tales como Rorke's Drift y la Batalla de Ulundi, la orden para disparar en salva no se dio sino hasta que los zulúes estuvieron a 365,76 m (400 yardas), ya que el desempeño balístico del cartucho .577/450 Martini-Henry es algo parecido al del cartucho .45/70 Government, que fue ampliamente utilizado en el Oeste y por cazadores de búfalos.
Un alza para "salva indirecta" similar, en la cual las balas caen sobre el blanco desde gran distancia, fue empleada en los posteriores fusiles Lee-Enfield de la Primera Guerra Mundial y estaba ajustada para 2.650,32 m (2.800 yardas).
[10] Greener además usó el cerrojo levadizo Martini en la escopeta GP, que disparaba el cartucho del 12 estándar, siendo un arma habitual para guardabosques y cazadores en Gran Bretaña hasta la década de 1960.
Estos fusiles pueden reconocerse por sus marcajes nepaleses y una diferente abertura superior del cajón de mecanismos.
Aunque se hicieron esfuerzos para retirar estos fusiles, quizás en la década de 1890, unos 9.000 todavía estaban en servicio hacia 1906.
Los fusiles Martini-Henry también fueron usados durante la Primera Guerra Mundial por las tropas coloniales en los frentes del África y el Medio Oriente.
Debajo del guardamonte, la palanca (E) acciona un pasador (F) que empuja a la leva (G) en el cajón de mecanismos.
El cerrojo (B) tiene una hendidura en su parte superior (I) para facilitar la inserción de un cartucho en la recámara (J).
Cuando la palanca (E) se mueve hacia adelante, la leva (G) gira y uno de sus brazos agarra y tira hacia atrás el resorte hasta que la leva se encuentre fijada con firmeza en el entalle (H) y que el resorte sea sujetado por el retén (L), que es empujado en una curvatura de la parte inferior de la leva.
Fuerzas británicas en Zululandia 1879, Ian Knight, 1991, edición española de British forces in Zululand 1879, publicada por Reed International Books Ltd.