[3] También consta su intervención entre 1682-1695 en las reformas del convento de las Capuchinas Descalzas.
Fue sucedido en este cargo por Juan Ballester y Zafra.
[7] Era viuda del también mercader Juan Antonio Güells Mesquida.
[8] Dejó sus bienes a la Iglesia mallorquina para que fuesen administrados en forma de obra pía derivando en la Fundación Gil de Gainza.
[9] Desde el comienzo del conflicto se declaró abiertamente partidario de Felipe V.
[10] Su casa contaba con un pasillo escondido que se comunicaba con el exterior de la ciudad y era por donde debían entrar los felipistas.