[10] En una ocasión, delante de un tribunal, el juez preguntó a Marsha, «¿Qué significa la 'P' del nombre?»; Johnson contestó su respuesta habitual «Pay it No Mind» («No le hagas caso»).
[11] Una entrevista con Marsha P. Johnson realizada por el activista gay Allen Young puede ser leída en el libro Out of the Closets: Voices of Gay Liberation, publicado en 1972 y disponible en una nueva edición de la New York University Press.
Buscó nuevas entrevistas con testigos, amigos, otros activistas y oficiales que habían trabajado en el caso o habían estado en la Policía en el momento del probable asesinato de Johnson.
La entrevista forma el núcleo del documental de 2012, Pay it No Mind: The Life and Times of Marsha P. Johnson, dirigido por Michael Kasino y Richard Morrison.
[cita requerida] Como muchas drag queens, street queens, hombres homosexuales y radical faeries, los amigos de Johnson utilizaban el femenino, para referirse a Johnson,[6] pero no le incomodaba que se refirieran a ella en masculino, especialmente si eran camaradas o amigos.
[5][20][12] En general, Johnson mostraba siempre la misma personalidad, independientemente de cómo estuviese vestido, aunque en ocasiones Johnson también afirmara su identidad masculina,[21] como Malcolm / Marshall / Mikey, y en esos momentos se sintiese ofendido si se lo llamaba «Marsha» o se usaban pronombres femeninos.