[4] A lo largo de los siglos XIV, XV y XVI, estos cargos les permitieron monopolizar todas las funciones gubernativas, administrativas y militares del Reino, que en épocas posteriores fueron perdiendo para convertirse en títulos meramente representativos.
De este modo, los Fajardo entraron a formar parte del selecto grupo de la primera nobleza, la élite nobiliaria castellana[7] que acaparaba los cargos más importantes del Ejército, la Corte y el gobierno de las colonias.
En estos círculos consiguieron entroncar con las principales Casas del Reino mediante alianzas matrimoniales,[8] que garantizaban preeminencia social y enriquecían el mayorazgo a través de las dotes, que generalmente incluían señoríos y propiedades diversas.
Su madre Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, realizó numerosos acuerdos con los Ayuntamientos del territorio de los Vélez para revitalizar la memoria histórica.
Con esto, el XIV marqués de los Vélez pudo vender la mayor parte de sus propiedades murcianas[23] y solventar numerosas deudas que había contraído.