Juan de Moncayo

Viajó a Madrid, donde debió frecuentar los ambientes literarios de la villa, a juzgar por los elogios que dedica a Lope de Vega, fray Hortensio Paravicino o Salcedo Coronel.

También conoció el mundillo teatral, pues en su poema Atalanta e Hipómenes aparecen retratadas principales actrices de la época, como María de Córdoba, María de Morales y Juana Vázquez.

En 1652 aparecen en Zaragoza sus Rimas, aunque quizá existió una edición anterior publicada en Lérida en 1636.

Toma del gongorismo un léxico cultista y una abundante imaginería de metáforas.

Destacan en él la descripción suntuosa del paisaje y las etopeyas de personajes célebres.