Se inició en múltiples actividades deportivas en el Club Manquehue, entre ellas gimnasia, vóleibol y hockey.
Sobre su acercamiento al atletismo, declaró: «Un día estaba en la playa con mi novio [Jorge Roberto Ebenspeger].
Él la presentó a su entrenador del Manquehue, Walter Frisch, pronosticándole gran futuro como jabalinista.
«Es un regalo para ti», le expresó a su padre, quien junto a Jorge Ebensperger la habían estimulado para seguir en el atletismo y le habían regalado una jabalina importada de Estados Unidos en la Navidad anterior.
Ahrens fue superada por la soviética Inese Jaunzeme, quien lanzó su jabalina a 53,86 m y se adjudicó la medalla de oro.
Al momento de su muerte, ninguna otra deportista chilena había obtenido una medalla en los Juegos Olímpicos.