Su primera aparición como director en el Teatro Bolshói fue en una producción del año 1957 de Cavalleria Rusticana.
Ermler destacó especialmente por su dirección de ballets.
Dirigió, entre otros, El lago de los cisnes, Petrushka, El pájaro de fuego, La bella durmiente y El cascanueces.
Se convirtió en el principal director invitado del Royal Ballet de Londres en 1985.
Dejó esposa, Dina, y una hija, Masha.