Sin embargo luego pasó unos años alejada del atletismo y dedicada al baloncesto, deporte con el que llegaría a ser campeona nacional universitaria en 1994 con la Universidad de Carolina del Norte.
En Edmonton ganó el oro en los 200 m y en los relevos 4 x 100 m. Ese mismo año se divorció de C. J. Hunter.
Aunque Jones no llegó a ser acusada formalmente, su imagen salió malparada y se vio constantemente perturbada por la investigación, lo cual le impidió entrenar adecuadamente para la cita olímpica.
Sólo estuvo presente en salto de longitud, donde acabó 5.ª, y en los relevos 4 x 100 m donde las estadounidenses fueron descalificadas en la final.
Ese año prácticamente no compitió, y una lesión le impidió acudir a los mundiales de Helsinki.
El juez Karas explicó que con la sentencia se enviaba un mensaje a los atletas que habían recurrido a drogas prohibidas y olvidado los valores de trabajo duro, dedicación y espíritu deportivo.
"Respeto la decisión del juez y espero que la gente aprenda de mis errores", agregó.
Asimismo, Gordon explicó que "la atleta fue en algún momento un símbolo para todo lo bueno del deporte femenino".
"Durante años negó vehementemente haber usado sustancias prohibidas, pero en octubre pasado en una declaración en medio de las lágrimas no sólo reconoció su culpa, sino también su participación en un caso de fraude y haber mentido a los investigadores".
Les pido perdón por mis acciones y espero que en sus corazones lo puedan hacer", señaló la velocista.