Marina de Bitinia
A la muerte del emperador, el Imperio fue dividido entre sus hijos: Arcadio y Honorio.Para evitar esta situación ambos deciden entrar juntos en el mismo monasterio, ella vestida de hombre.Durante varios años Marina-Marino estuvo viviendo a las puertas del monasterio, haciendo penitencia y cuidando al niño con la ayuda de los monjes, que le daban las sobras de sus comidas.Otros, sin embargo, la admiten como una santa histórica (siglo V), basándose en las tradiciones maronitas más antiguas (L. Clugnet, 1905).Santiago de la Vorágine (1230-1298) incluye su vida en la La leyenda dorada (ca.1290), lo que contribuyó enormemente a su difusión.[5] La historia de santa Marina Virgen escrita por Dromená (1755) es una biografía novelada y ejemplarizante barroca, paradigma de "historia christiana" con múltiples añadidos respecto del sencillo relato original, aunque conservando lo esencial, incluyendo un contexto histórico, como exige la historiografía moderna.Por ejemplo, en la parroquia de Iglesia de Santa Marina Virgen (Torrebaja), se la representa con hábito franciscano, lo que resulta un evidente anacronismo, pues la Orden Franciscana fue fundada a principios del siglo XIII (1209), cuando santa Marina Virgen vivió en el siglo V.Asimismo, se la venera en distintos pueblos y ciudades de Italia: Ardea, Casole Bruzio, Casoli di Atri, Castell Ritaldi, Parabita, Tollo, Venecia (Iglesia de Santa Maria Formosa).[7] En París existió hasta mediados del siglo XIX una iglesia bajo la advocación de «Santa Marina Virgen», en su capilla solían celebrarse los matrimonios de las mujeres que habían perdido la virginidad sin estar casadas (chicas sin honor), pues santa Marina era estimada por su poder para «devolver» la virginidad.