Marifé de Triana

Muere su padre, José Martínez Capé, contratista de obras públicas, cuando ella cuenta con 9 años de edad y a los 12 Marifé abandona sus estudios para comenzar a introducirse en el mundo del arte.

Ese mismo día la contrataron para un espectáculo en el Cine Pizarro de Madrid, donde conoció a Ricardo Freire (compositor y pianista).

No contó con más ayuda que la fe en sí misma y su arte.

El promotor de espectáculos Juan Carcellé, la contrató rápidamente al verla actuar en una localidad cercana a Madrid, comentando: “Jamás nadie ha cantado como esta mujer.

Las casas discográficas se disputaban su contrato, apareciendo en el mercado su primer disco (1956), que constituyó otro éxito con la canción “Torre de arena”, de Lladrés, Manuel Gordillo y Sarmiento.

Nunca escucha sus propias grabaciones, lo que realmente le gusta es "interpretar y enfrentarse al público".

Su último disco fue editado en 2001 "Porque...", desde entonces la artista decidió dedicarse a su vida privada aunque en momentos puntuales ha actuado en programas de televisión siempre apoyando y apostando por los nuevos valores de la copla.

[5]​ La artista es enterrada inicialmente en el cementerio municipal de Torremolinos, siguiendo su deseo, junto a su marido y a su fiel cuidadora y persona de confianza desde 1958, Ani (Ana Guerrero Ortiz), su heredera universal.

[7]​ También se inaugurará próximamente una estatua (torso) dedicada a ella en la plaza del Zurraque de Triana.

Destacada y admirada por su interpretación, Marifé de Triana consiguió a través de sus facultades interpretativas y su voz andaluza llevar a la cúspide el género folclórico.

Una brillante carrera discográfica avala la labor de esta artista sevillana.

Sirvió de referente a generaciones posteriores (Rocío Jurado, Isabel Pantoja, Pasión Vega, Diana Navarro, Nieves Hidalgo...) y sigue siendo el mayor referente para las nuevas generaciones.

Tumba inicial de Marifé de Triana, cementerio de Torremolinos, Málaga.