El tener una relación previa con un oficial de la corte constituía un requisito indispensable para convertirse en miembro de la misma, requisito que Marie cumplía por ser cuñada de la duquesa de Béthune, quien había sido una de las doce damas del palacio asignadas a la reina en 1725.
Formó parte, así mismo, del círculo íntimo de la reina, con el cual se retiraba a sus apartamentos tras haber cumplido esta última con sus deberes ceremoniales, formando parte de este grupo, entre otros, el grand almoner el cardenal de Luynes, el duque Charles Philippe d'Albert de Luynes, el presidente Hénault, su superintendente desde 1753, y el conde de Argensson.
[1] Desde 1751, María permitió que sus deberes fuesen asumidos por su hijastra Henriette-Nicole Pignatelli d'Egmont, duquesa de Chevreuse (1719-1782), si bien retuvo su título y su rango, asistiendo a la corte en calidad de amiga de la reina.
Cuando de Chevreuse renunció a su puesto en 1761, Marie reasumió sus deberes, con los cuales cumplió hasta su muerte en 1763.
Las memorias escritas por su esposo muestran la vida de la pareja en la corte, aportando así mismo información interesante sobre la familia real y sobre una de las amantes del rey, Madame de Pompadour, por quien al parecer tanto María como su esposo habían llegado con el tiempo a sentir respeto, si bien este hecho no afectó a la amistad y lealtad de Marie hacia la reina.