Era un liberto y se cree que debía su manumisión a Verrio Flaco, una autoridad en derecho pontificio; pero, por razones cronológicas, se ha sugerido el nombre de Veranio Flaco, quien escribía sobre los augures.
[1] Sus métodos de enseñanza, entre los que incitaba a la emulación entre los alumnos premiándoles con libros antiguos o raros, le valieron tal reputación, que fue llamado a la corte para educar a Cayo y Lucio, nietos de César Augusto.
Murió a una edad avanzada durante el reinado de Tiberio.
Flaccus se distinguió en el campo de la filología y las investigaciones sobre antigüedades.
Entre las otras obras perdidas de Flaccus, se puede citar: