Como otros españoles residentes en el exterior, se ganó la vida enseñando su lengua materna (al igual, que, por ejemplo, Ambrosio de Salazar, en la Corte de Luis XIII) y también cultivó las letras, con una obra de curioso nombre y contenido: Olla podrida a la Española, compuesta i saçonada en la Descriptión de Munster en Vesfalia con salsa sarracena i africana con la verdadera ortografía âsta âora inorada, (Amberes, por Felipe Van Eyck, 1655),[1] que es una obra miscelánea, que incluye descripciones de ciudades, de atuendos y trajes, de hombres y mujeres, de algunos oficios, costumbres, explicaciones de etimologías, concluyendo cada capítulo con un relato (que el autor llama droga), y algunas poesías, como sonetos, etcétera.Propone una nueva norma ortográfica, tal y como se indica en el título.Tiene interés porque asimismo incluye información sobre algunos otros escritores españoles del Barroco, como, fundamentalmente, Carlos García, a quien se describe en injuriosos términos, proporcionando la más acabada caracterización del casi desconocido escritor aragonés, también expatriado a Francia, con un tono desenvuelto, barroco y muy vivo.Es la Olla podrida una obra de estilo burlesco y satírico, fundamentalmente.Se conservan tres ejemplares en la Biblioteca Nacional de España, en Madrid (signaturas R/7548, R/7937, R/13427).
Portada de Marcos Fernández,
Olla Podrida a la Española, Compuesta i saçonada en la Description de Munster en Vestfalia...
, Amberes [Ámsterdam], por Felipe van Eyck..., 1655.
Biblioteca Nacional de España
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