Nació en Toledo, en una rica familia, relacionada con la Gens Flavia.
Tribuno militar del ejército y consejero del emperador Honorio, fue enviado en 411 a Cartago, con su hermano Aprigio, procónsul de África, para resolver la crisis política surgida sobre la herejía donatista.
El general Marino, enviado por el emperador para combatir a Heracliano y partidario de los donatistas, dictó una condena de muerte contra Marcelino, por la acusación de traición que habían realizado sus adversarios donatistas.
Agustín de Hipona intervino en vano en favor suyo, pero Marino, con plenos poderes, hizo decapitar el tribuno y a su hermano antes que pudiese llegar una contraorden de Roma;[1] la ejecución se realizó el 13 de septiembre.
El emperador Honorio reconoció que la sentencia era arbitraria y la anuló, pero llegó tarde.